El Museo del Prado acoge desde el pasado día 20 de noviembre y hasta el 3 de marzo de 2013 una exposición dedicada al pintor Van Dyck, un genio elegante y precoz que desde muy pronto demostró un enorme talento, que sorprendió incluso a su propio maestro, el gran Rubens. La muestra se centra en los años de su juventud, hasta el año 1620, fecha en la que viajó de Amberes a Londres.
El público podrá profundizar en las obras realizadas por el conocido artista flamenco en sus años de juventud, en los que trabajó al servicio de Rubens, siendo su discípulo más destacado. En su producción juvenil, Van Dyck estuvo constántemente experimentando, lo que provocó que en sus obras hubieran frecuentes cambios de estilo. Eso sí, todas ellas destacan por su energía y una madurez admirables para un artista que contaba solo entre 18 y 21 años.
La exposición ha reunido un total de 92 obras, entre pinturas y dibujos. Es también la muestra más importante dedicada al artista en nuestro país. Además, el Museo ha organizado, en torno a la muestra, un ciclo de conferencias, charlas didácticas y visitas exclusivas para jóvenes, además de un curso monográfico.
De este modo, todos los asistentes podrán descubrir el arte de una de las figuras fundamentales de la pintura barroca. En sus primeras obras se puede admirar ya una calidad excepcional en sus retratos. Es, además, un artista que destacó por su deslumbrante producción realizada, con más de ciento cincuenta obras. En todos sus cuadros se puede apreciar un estilo muy personal, que destaca por la estilización de las formas y la elegancia de las posturas.
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