El Parque de Atracciones de Coney Island

Si tienes la suerte de poder viajar a Nueva York y deambular por las calles de Manhattan, desde este blog de viajes te recomendamos que te subas al metro neoyorquino y llegues hasta la península de Coney Island. Tiene una gran playa que va a parar al Océano Atlántico, pero sobre todo, cabe destacar el Parque de Atracciones de Coney Island. Es muy fácil llegar hasta Coney Island una vez que estás en Manhattan. Te subes al metro y cuando bajas, te darás cuenta que estás viendo algo que te suena, como casi todo en Nueva York. Coney Island tiene ese algo de antaño, de película americana que te hará meterte en el papel de protagonista. El Parque de Atracciones de Coney Island nació en los años 90 del siglo XIX, por lo que puedes imaginarte la Historia que tiene. Durante décadas, fue el principal parque de atracciones de Estados Unidos, era el más grande y el más popular, llegando incluso a recibir la visita de millones de personas cada año.

En el Parque de Atracciones de Coney Island todavía pueden verse los famosos tiovivos, las montañas rusas, las norias, los adivinos y junto a ello está la playa, que se mezcla en una simbiosis casi mística. Puestos de perritos calientes, como no podía ser de otra manera, acompañan al visitante que se deja caer por la zona.

Cuando el Parque abrió las puertas, las atracciones no eran muy seguras, pero todavía siguen en funcionamiento algunas de las atracciones de la época, aunque otras han quedado para el recuerdo. Lo cierto es que poco a poco el lugar se fue degradando, y en la década de los 40 cerró, por el aumento del tráfico de drogas y prostitución. Todavía se celebra el concurso de ingesta de perritos calientes. Merece la pena acercarse hasta Coney Island.

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