París medieval, un paseo junto al Sena

5 marzo 2010 | Por mariad

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Un buen punto para empezar el recorrido es la iglesia de Saint Etienne de Mont, en el barrio Latino, una de las obras arquitectónicas más curiosas de la ciudad y en cuyo deambulatorio están las tumbas de Pascal y Racine. Un ambiente cultural que se empieza a respirar en esta zona, y es que no en vano estamos cerca de la Sorbonne, fundada en 1257 con el fin de enseñar teología a los alumnos más pobres, esta universidad se convirtió en un auténtico hervidero cultural. Frente a su entrada, podemos ver el Museo Nacional de la Edad Media, levantado sobre las ruinas de antiguos baños romanos. Aquí podemos ver una colección de vírgenes medievales única, vidrieras de la Sainte Chapelle y una serie de tapices dedicados a la Dama del Unicornio. Continuando el paseo, descubrimos una iglesia especialmente alta y estrecha (debido a la falta de terreno de la que disponían para contruirla): la iglesia de SAint-Sèverin. Saint-Julien es otra de las iglesias más interesantes, con un coro y un iconostasio impresionantes. Cruzando la plaza Square René Viviani, llegaremos a ver la catedral de Notre-Damme, una de las catedrales más impresionantes de Francia. La Sainte Chapelle es otro de los puntos fundamentales de este recorrido, máximo esplendor del gótico. Una curiosidad: estaba pensado que albergara la corona de espinas de Jesucristo, que le compró Luis XVI al emperador de Constantinopla. La isla de la Cité, un paseo a Saint-Germain-des Prés, bordear el Sena y llegar a los cafés Les Deux Magots y Flore, que fueron frecuentados por los existencialistas más reconocidos, es una forma de sentirse parte de la historia. Y por supuesto, el Louvre es una de las cosas que no debemos olvidar, bajando por la rue Bonaparte hasta llegar al puente de Bellas Artes. Imagen de Trodel sujeta a Licencia CC

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