

Sin embargo, hay que tener en cuenta que las vacaciones implican viajar, cambiar de entorno y modificar parte de nuestras rutinas y hábitos, además de los de nuestras mascotas. Estos cambios provocan efectos en los animales, de ahí que sea importante seguir una serie de consejos para que podamos disfrutar al máximo de unas merecidas vacaciones con toda la familia, incluyendo a nuestras mascotas, sin estrés ni preocupaciones. Se trata de unas recomendaciones elaboradas por la farmacéutica veterinaria CEVA, que a buen seguro nos serán de gran ayuda:
- Elegir el medio de transporte más adecuado. Por un lado, el avión es uno de los transportes que causa más estrés a los animales, así que si se opta por este medio es importante evitar los viajes en bodega (por la alta presión, los fuertes ruidos y las drásticas temperaturas). Si se opta por el habitual viaje en carretera, se debe habilitar su zona de seguridad en el coche y respetar las paradas como mínimo cada tres horas.
- En cuanto a esta zona de seguridad se refiere, a la hora de realizar un viaje es importante hacerse con una jaula de transporte homologada y disponer de una manta, o cojín, sobre la que el animal descansa habitualmente. Asimismo, entretenerlo con juguetes interactivos es una excelente estimulación física y mental para distraerlo durante todo el camino.


- Organizar un viaje que se adapte también a sus necesidades. Animales como los gatos son muy apegados a su territorio, por lo que es preciso ayudarles a adaptarse a los cambios de la forma más rápida y cómoda posible. En el caso de los gatos es recomendable usar soluciones como Feliway, que posee las propiedades de las feromonas faciales de los mismos, permitiendo que éstos reconozcan el nuevo territorio como propio y se adapten a él rápidamente.
- Respetar el período de adaptación. Es un proceso que requiere tiempo, así que los días previos al viaje es importante familiarizar a la
mascota con la jaula y sus objetos.
- Buscar un sitio a medida. Cada vez hay más alojamientos que aceptan animales de compañía, por lo que buscar un sitio a medida es
fundamental para que el animal pueda encontrar su propio espacio. Es importante elegir la habitación o el lugar más tranquilo. En el caso del felino, es vital crear una zona para él con todos los elementos necesarios: comida, agua y la bandeja de arena junto con otros juguetes y objetos con los que esté familiarizado.


- Hay que tener paciencia. No se debe forzar al animal a explorar el nuevo "hogar", sino dejar que sea él mismo quién poco a poco vaya encontrando su lugar y ganando confianza en el nuevo ambiente. Para ello, en el caso del gato se puede colocar una bandeja adicional de arena, lejos de la otra, y repartir algunos de sus juguetes por la habitación.
- Viajar a otro país tampoco es impedimento para llevarse a la mascota. A pesar de las dificultades que ello comporta, se aconseja
comprobar los requisitos legales y sanitarios para poder entrar en el país con un animal de compañía. Eso sí, es imprescindible asegurarse de que todos los documentos, así como el pasaporte veterinario oficial, la cartilla sanitaria y vacunas están en regla.
Si por el contrario se prefiere viajar sin mascota, ya sea por su compleja adaptación a lugares desconocidos, por la dificultad de llevarlo a determinados destinos, o bien porque se prefieren unas vacaciones sin ataduras, siempre es posible optar por residencias de animales o por dejar la mascota a cargo de algún familiar o amigo.
Frente a cualquier duda, se debe consultar al veterinario para que sea él quien proporcione un protocolo de actuación personalizado paso a paso y mejorar así la buena adaptación del animal a los cambios relacionados con el período vacacional.