Si estamos buscando desconectar de la rutina diaria y del ajetreo de las ciudades, pocas opciones son más recomendables que este destino declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El Valle del Loira es perfecto para tomar unas vacaciones familiares, así como para amantes de la cultura, de la naturaleza y también de la gastronomía. De hecho, nos encontramos ante uno de los principales centros gastronómicos de toda Francia.
Durante todo el año acoge grandes citas gastronómicas que atraen a miles de visitantes de toda Francia y del resto de Europa. El Valle del Loira se ha situado a la cabeza de la vanguardia gastronómica, combinando la cocina más tradicional con las más modernas fusiones gastronómicas. Asimismo, esta zona cuenta con excelentes materias primas, que son utilizadas en la elaboración de deliciosos platos y exquisitos vinos (un total de 25 denominaciones de origen). Destacan también sus legumbres, espárragos y setas, entre otras muchas delicatessen.
A lo largo de todo el Valle del Loira encontramos una enorme oferta de restaurantes, que cuentan con una nueva generación de chefs que han situado a esta región francesa en la cima de la gastronomía francesa. Conozcamos algunas de las mejores propuestas que podemos encontrar si decidimos viajar a este paraíso terrenal:
- Hotel Le Grand Monarque (Eure-et-Loir)
Laurent Clemente es el Chef y fundador del 11 Cours Gabriel. Este original restaurante destaca no sólo por su cocina, sino por ser un espacio arquitectónico de estilo Eiffel ubicado en un garaje. Distribuido como un loft muy diáfano y tranquilo, sus 145m2 se dividen entre la recepción, la cocina, un espacio de degustación y una tienda.
Además, en el restaurante se imparten clases de cocina donde también se puede disfrutar no sólo de aprender sino de participar en catas interactivas muy divertidas.
- La Chancelière (Touraine)
Olive Arlot es uno de los grandes talentos culinarios de Touraine que se encuentran en Montbazon. Su menú destaca por una comida sana presentada con la más sutil elegancia. Su excelente mano ha hecho de su restaurante un punto de referencia.
- La Petite Cuisine (Tours)
Uno de los restaurantes más íntimos de la región, donde realmente sus comensales vienen a encontrarse única y exclusivamente con su excelente cocina. Abierto hace tan sólo un año, este establecimiento sólo tiene cabida para nueve invitados y cada semana cambia sus menús con tres opciones a elegir. Su propietario trabaja además crítico gastronómico en un canal de cocina de la televisión local.
- Le Pavillon Bleu (Loiret)
Restaurante a orillas del río Loira donde, además de una inmejorable cocina, se puede disfrutar de unas increíbles vistas al río. Además, se puede reservar su barquito verde para tomar unas copas o disfrutar de un vino de sobremesa.
- La Maison d’à côté (Loire et Cher)
Su cocina está dirigida por el famoso chef Ludovic Laurenty, reconocido con una estrella Michelín, se ha convertido en un establecimiento de referencia en la región. Este peculiar chef se ha hecho muy popular gracias a sus menús sorpresa protagonizados por productos locales, como la pesca del río, y de agricultura ecológica. Además, Ludovic acostumbra a interactuar con sus comensales pasando siempre un rato con ellos para conocer a fondo sus gustos y la crítica personal al menú que en esa ocasión ha preparado.
- L'Herbe Rouge à Valère (Loire et Cher)
Este es el particular espacio de Cécile Argondico, un gran talento culinario de la zona que ha sabido crear una identidad propia tanto de este restaurante como de su cocina. Con una firme apuesta por la calidad y la sostenibilidad, Cécile ha creado una red de proveedores constituida por productores de la zona que practican una agricultura o ganadería ecológicas, al igual que sus vinos.
- Restaurant Le Cercle, Bourges (Berry)
Abierto hace un año por dos chefs de renombre: Christophe Lot, antiguo jefe de cocina de Côte Saint-Jacques en Borgoña y poseedor de 3 estrellas Michelín, y Pascal Chaupitre, estudiante de Loiseau y chef de la Maison de Célestin à Vierzon reconocido ya con una estrella Michelín.
La trayectoria de este restaurante ha sido espectacular, puesto que sólo unas semanas después de su apertura Lot recibiría su tercera estrella Michelín. En su carta hacen una propuesta muy original y es ofrecer 2 opciones para cada plato: una caliente y otra fría, cada una defendida por uno de los chefs. Además, ambos se ofrecen a acompañar a sus comensales al hotel en un Citroën CS de 1973. Dado que ambos son unos grandes enamorados de esta villa, les encanta contagiar el entusiasmo por la misma.
