

Tiene un importante valor histórico y ha sido declarado sitio de conservación al aire libre. En la actualidad, Zaanse Schans permanece habitada, rodeada de paisajes serenos y hasta mágicos. Cuenta con un museo donde el visitante puede conocer ampliamente el pasado de este lugar.
Miles de turistas llegan cada año a conocer los molinos, el principal atractivo de Zaans Schans, para ver quienes hicieron posible que estas tierras se poblaran. Es considerada el primer sitio industrial del mundo, donde 800 molinos llegaron a ocupar esa pequeña área. Muchos de estos molinos están abiertos al público, como De Kat, que hasta nuestros días produce materiales para la industria de pinturas y tintes.
Otros molinos son De Zoeker y De Bonte Hen, que son molinos de aceite que continúan funcionando hasta el día de hoy. Uno de los más importantes es el molino De Hadel, cuyo trabajo consistía en drenar el pólder y mantener así un nivel adecuado de agua abajo. De esta forma se podían evitar las inundaciones y la tierra se conservaba en buen estado.


Junto a la localidad está el río Zaan, el cual brinda excelentes aguas para navegar y acompañar el paseo. Desde ahí se pueden obtener vistas magníficas de toda la región. El visitante puede contemplar fácilmente casas antiguas, viejos puertos y un encanto que ha quedado atrapado en el tiempo.
La localidad de Zaanse Schans también tiene un museo al aire libre, donde los turistas pueden viajar al pasado y conocer el taller de un zapatero tradicional, panaderías antiguas, fábricas de estaño y recorrer una granja, un mercado de quesos.
Incluso lugares que ya llevan más de un siglo ahí, como la tienda de vegetales, que probablemente sea la construcción más antigua de la región.
Imagen 1 : ComùnicaTI sujeta a Creative Commons
Imagen 2 : ComùnicaTI sujeta a Creative Commons