

Entre los lugares que merece la pena visitar, destaca Castelsardo, con un impresionante castillo hoy convertido en museo. Los que hablan catalán tienen ventaja en Alguero, ya que hay muchos habitantes de la zona que lo hablan, ya que la ciudad fue arrebatada a los paisanos en 1353 por los condes de Cataluña y el Reino de Aragón. Desde entonces, el catalán ha permanecido como un remoto legado histórico.
Caminar entre los palacetes y balcones hasta el paseo marítimo es una de las mejores formas de conocer la zona. Ya hacia el interior, destacan las regiones de Sassari, Gallura (con sus frondosos bosques) y Barbagia.
El interior de Cerdeña es una zona en la que apenas se adentraron los invasores, ya que sus habitantes demostraban una gran resistencia. Los pobladores de las nuraga (construcciones cónicas de piedra) no cedían tan fácilmente su terreno.
La mejor zona para conocer la antigua cultura de los nuraga está entre Santu Antine y Losa. Otro de los puntos destacados de la isla es Oristano, que destaca por su cocina y sus fiestas tradicionales, como Sa Sartiglia, su histórico torneo ecuestre. Además, probar su vino Vernaccia es uno de las cosas que no pueden dejar de hacerse en esta zona.
No en vano los fenicios trajeron la vid a la zona, y los sardos se han dedicado a elegir las mejores uvas para hacer sus excelentes vinos. La capital de Cerdeña es Cagliari, y no en vano es la ciudad más agitada y bulliciosa de la isla.
Su casco histórico es precioso, pero casi lo supera el barrio marinero, un lugar realmente impresionante y muy hermoso.
Por último si vas a la isla no puedes dejar de conocer su costa norte. Te lo explicamos en detalle en este post: Visita Costa Esmeralda en Cerdeña
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