

Otros de los productos típicos de Karlový Vary son el vodka Becherovka y los vasos de cristal de la fábrica Moser. Éstos últimos son conocidos también como cristales de los reyes, debido al gran número de familias reales que poseen alguno de estos vasos hechos de cristal de Bohemia de calidad incomparable. Asimismo, para aquellos amantes de la cultura cinematográfica, Karlovy Vary ofrece su famoso Filmfestival anual.
Para los turistas que la visiten por primera vez, especialmente entre los meses de septiembre y noviembre, se recomienda dar un paseo con calma a lo largo de la calle principal de la parte antigua, donde se encuentran los balnearios, mientras disfruta de las vistas y toma un trozo de pan dulce checo, espolvoreado con canela.
En cuanto se sienta cansado, se puede sentar en uno de los innumerables cafés con vistas al valle y al riachuelo que pasa por entre las calles. La cerveza es de gran calidad y el café no le va mucho a la zaga. Eso sí, según con el presupuesto que se viaje se pueden encontrar los precios algo abusivos, pero es el peaje que hay que pagar por disfrutar de uno de los enclaves más carismáticos de la República Checa.