

La erupción de este volcán no es nada excepcional, ya que, aunque llevaba cuatro años sin entrar en erupción, la última se registró en 2005.
Situado en la isla Fernandina, la más joven de todo el archipiélago, la erupción del volcán produjo una expulsión de lava y gases tóxicos que podrían resultar peligrosos para las especies protegidas que habitan en el Parque Nacional Galápagos. Ningún ser humano resultó dañado por el volcán, de hecho, es una zona en la que no hay habitantes humanos, ya que es una zona de protección absoluta. Esto implica además que no existan especies introducidas en el ecosistema de la zona. Las especies más afectadas podrían ser las que habitan en las orillas de la isla. Lógicamente, estas serán las especies de la fauna marina. Para poder llevar a cabo la vigilancia de la isla, los equipos de control trabajan desde la Base Bolívar, que se encuentra situada en la isla Isabela. Según los expertos, la erupción podría continuar algunos días, y no la consideran un hecho excepcional, sino normal en la naturaleza de esta zona. Sea como sea, las Galápagos seguirán siendo siempre toda una maravilla de la naturaleza. Para ampliar la información sobre estas islas tienes que leer nuestro último post sobre ellas: Islas Galápagos, conócelas