Leyes para viajar en coche con tu mascota
9 agosto 2010 | Por maria
Las mascotas son una excelente compañía para los miembros de una familia, y muchas veces da pena dejarlas en soledad cuando se arma un viaje de vacaciones. Sin embargo es necesario destacar que hay que apegarse a ciertas normas de seguridad para que los animales viajen con nosotros en el coche.
Las mascotas son una excelente compañía para los miembros de una familia, y muchas veces da pena dejarlas en soledad cuando se arma un viaje de vacaciones. Sin embargo es necesario destacar que hay que apegarse a ciertas normas de seguridad para que los animales viajen con nosotros en el coche. Estas leyes se han hecho para evitar perjuicios físicos, tanto en las personas como en los animales, y materiales, ya que una desconcentración del conductor producida por alguna mascota puede tener un final más que trágico. De lo primero que tenemos que hablar es de los gatos. Llevar a este tipo de animales es bastante sencillo, ya que las normas exigen que viajen dentro de una jaula plástica (también conocida como “transportín”), tales como las que se usan en los aeropuertos para trasladar a los animales en avión. Si el felino tiene tendencia a ponerse nervioso y el viaje que debe realizarse es demasiado largo, lo ideal es consultar con el veterinario de confianza por algún sedante que permita tranquilizarlo mientras está dentro del coche. Por otra parte, ahora tenemos que hablar acerca de los perros. Si bien son los mejores amigos del hombre, es necesario conocer cuáles son las normas que nos habilitan a trasladarlo con nosotros dentro del coche. Si se trata de un perro de poco tamaño, la opción ideal es como la del gato: llevarlo dentro de una jaula plástica y sedarlo en caso de que se ponga nervioso frente al encierro. Sin embargo, si se trata de un perro de mayor porte, existen dos opciones: Transportarlo dentro del baúl del coche, separándolo bien de la cabina y dejándole suficiente espacio para que quede recostado y pueda respirar con normalidad; Sentarlo en el asiento trasero del vehículo amarrándolo con un arnés para que se quede quieto. La segunda es la más viable, ya que el arnés funciona como cinturón de seguridad para el canino y lo protege de salir despedido o de cualquier tipo de lastimadura en el caso de que se produzca un accidente durante el viaje. Imagen con licencia CC