

Ahí es nada, un extenso repertorio musical que puedes vivir en las noches de las playas más paradisiacas del mundo.Fin de año en Copacabana, es un derroche de luces y fiestas, fuegos artificiales y ofrendas para adorar a los dioses. A Lemanjá diosa afrobrasileira del mar, se le ofrece culto el 2 de febrero en Río, Vermelho de Bahía.Pero vamos a hablar y conocer las exuberantes playas cariocas, Brasil, el paraíso de dunas absolutamente blancas, como las del Parque Nacional de Lenços Maranhenses, de cuarenta metros de altura, rodeando a las lagunas turquesas y verdes. Solamente Angra dos Reis cuenta con más de dos mil playas, ocho bahías y su calendario de playas con el mismo número que días tienen el año.Es sorprendente la belleza del Morro do Pico, imponente frente al mar como un vigía, en el archipiélago de Fernando de Noronha.


Otro paraíso de aguas color turquesa es el archipiélago de Jericoacoara en el estado de Ceará. La belleza de Rosa de Imbutiba, playa que cautivó a los surfistas en el estado de Santa Catarina, infinidad de playas desiertas donde llegan cada año después de Julio, las ballenas francas. Playas recónditas, blancas y turquesas que deslumbran por su salvaje belleza. Como las del pequeño pueblo pesquero de Porto Galinhas en Pernambuco Brasil es un derroche conocido de samba, calor y extravagancias. Un inquietante tesoro visual imparable bajo el sol ardiente y alegre, y exótico en sus noches calientes y serpenteantes, cuerpos de ébano perfectos al son de la música más conocida más allá de sus fronteras.
Las playas más paradisíacas te esperan. Para llegar, volar a Río, con pasaporte vigente.
Lugares muy especiales para alojarse como:
Casas Brancas. En Búzios, Hotel Boutique con spa. En playa Porto de Galinhas
Nannai Beach Resort , Palmerales y buenas instalaciones
Ponta dos Ganchos en Santa Catarina.
Para comer se recomienda los restaurantes populares en las playas menos urbanas. La cocina sotera Caiçara, lo típico son las Feijoadas y Moquecas, los camarones Casadinho y el Tubalhau de tiburón. Imposible no probar las caipiriñas claro. Bon apetit.