

Estos asistentes virtuales nos llamarán rápidamente la atención y nos ofrecen un método de facturación y etiquetado del equipaje rápido, fácil y muy intuitivo. Están preparados para informar a los miles de pasajeros que el aeropuerto recibe cada año, decir cómo facturar, sacar la tarjeta de embarque y la etiqueta del equipaje. Asimismo, dan consejos generales sobre seguridad.
Uno de las principales ventajas de estos agentes es que están siempre disponibles, las 24 horas y los siete días de la semana sin necesidad de tomar un descanso. Siempre son amables y nos reciben con una sonrisa, responde a sencillas preguntas y nos da indicaciones que nos pueden ser de gran ayuda a la hora de coger un avión. Eso sí, no vamos a poder entablar conversaciones con ellos, por lo que es un método bastante más frío. Yo, al menos, prefiero una atención mucho más personalizada.
Aunque este sistema ya está funcionando, todavía se está perfeccionando, por lo que a veces puede dar algunos errores o no ofrecernos la información que realmente necesitamos. Parece que estos hologramas virtuales se van a ir imponiendo en los principales aeropuertos internacionales, como demuestra que ya están presentes en los aeropuertos de Nueva York, Manchester, Dubái, Múnich o Edimburgo.
A pesar de que siempre defendemos los avances tecnológicos, ya que nos facilitan nuestra vida diaria y ofrecen aplicaciones de gran utilidad para el turismo, esperemos que estos hologramas no terminen por desplazar a los agentes de carne y hueso. Además, por ahora estos agentes virtuales no interactúan con los usuarios, por lo que si tenemos dudas más concretos, deberemos seguir acudiendo a los puntos de información o buscar con previamente la información en Internet.