Sin embargo, es esencial para todos aquellos viajeros que deseen conocer en profundidad la cultura y la manera de ser de los holandeses. Especialmente en el sur, donde el rigor protestante no caló tan hondo, la sociedad holandesa de la época se desenvolvía en un clima de rigor religioso pero sin embargo de alegría de vivir inusual para sus convecinos de la Holanda norteña.
Así, encontramos cuadros como La fiesta de San Nicolás, en la que se critican sin duda diversos defectos y vicios considerados pecados por la sociedad, pero a la vez se proporciona una mirada cómplice, algo indulgente, sobre los personajes que los están cometiendo.
Obviamente, no sólo estos tres artistas se encuentran representados en el Rijksmuseum, aunque sí son imprescindibles para aprovechar bien la visita. Una pinacoteca de tanta importancia como el Museo Nacional en Amsterdam seguro que calará hondo en los visitantes que amen la pintura e incluso en todos aquellos que no estén particularmente interesados, pero quieran aprender más sobre las costumbres y el alma holandesa. Imagen:josef.stuefer
Estuve hace unos años en el Museo Rijksmuseum y la verdad que no lo dejo de recomendar.
muy completo el blog!