

Como en todos los países, la República Dominicana también celebra la fiesta de don Carnal. En un paisaje inigualable de extensas playas de arena fina y un sol resplandeciente podrás disfrutar de forma diferente a lo habitual los carnavales de República Dominicana. Si te quieres adentrar en este maravilloso mundo de máscaras y extraños personajes contrata ya tu estancia en un hotel dominicano.
República Dominicana ofrece un gran número de excursiones para conocer todos sus lugares pero como cualquier nación también posee sus propias fiestas, una de ellas es el Carnaval. Los inicios del carnaval dominicano datan de 1520 cuando los habitantes de la Vega Vieja se disfrazaron de moros y cristianos. Pero la isla cuenta de numerosas fiestas de carnaval en sus diferentes regiones, por ello vamos a mostrártelas.
Carnavales de Cabral
En Cabral, en la provincia de Barahona, nos encontraremos con un carnaval diferente al europeo ya que se caracteriza por las Cachúas, nombre dado por la presencia de sus "cachos" (cuernos). Las coloridas Cachúas poseen una alas de murciélago, además de tener una de las máscaras más hermosas del país sin pintura, a base de papel multicolor de vejiga y crepé en el que sobresale una enorme cabellera.
Carnavales de la Vega
Durante años el carnaval vegano mantuvo una expresión predominantemente españolizada por la teatralización y los bailes. En la actualidad, la fiesta carnavalesca destaca por los diablos cojeros. Cada domingo del mes de febrero por la tarde, estos diablos, con sus orejas grandes, boca abierta y dientes al aire, sale a la calle armados de sus vejigas de toro, golpeando a todo el que ose bajar a la calle, pero respetando a los que se mantienen en la acera o calzada.
Carnavales de Montecristi
Montecristi tiene una hermosa tradición de carnaval popular expresada en los toros como personaje central, que se dramatiza con sus enfrentamientos con los civiles. Estos consisten en un verdadero duelo con látigos, con los que se procura derribar al oponente o atemorizarlo.
Los toros tienen el rostro cubierto con una máscara de cerdo y usan vistosos trajes de colores, revestidos en su interior con material para protegerlos de los azotes de sus contrarios. Los civiles en cambio, deben usar pantalones cortos y ropa normal. El ganador del encuentro es quien soporta con mayor éxito los embates del contrario o quien consigue derribar a su oponente.
Carnavales de San Pedro de Macorís
El rasgo más característico del carnaval macorisano es la presencia de los guloyas, diablos vestidos con trajes de llamativos colores, adornados con espejos pequeños y capa amarilla y roja. Con sus vejigas de toro y latigos, bailan al compás de la flauta, el cencerro y la tambora.
Los carnavales de la República Dominicana se caracterizan por la gran participación del pueblo, que es actor y protagonista, y un escenario, la calle.
Otra fuente: Carnaval Dominicano