La llaman la “joya danesa” y la verdad, es que todo lo que dicen de ella es verdad, comenzando por sus habitantes, expansivos y cordiales, siempre dispuestos a dar la bienvenida a los turistas.
Copenhague, no es sólo la capital de Dinamarca, y una de las ciudades más antiguas del mundo, sino que es un lugar fantástico para irnos de viaje, y visitar los muchos monumentos y obras de arte que exhibe, además de ser la tierra de los vikingos, de C. Andersen o la Sirenita.
Sin duda, para hacer un recorrido de todas las bellezas de la ciudad, hay que empezar por la Sirenita, el símbolo de Copenhague, y una representación hermosa que se encuentra en el viejo fuerte del puerto, en el parque de Kstellet. A poca distancia, está el Palacio Amalienborg, la residencia real, y dentro del recinto que rodea el palacio se encuentra la fuente de Gefion.
El Teatro Real, es otro de los impresionantes edificios de la ciudad, y se encuentra justo al final de la calle Nyhayen, a través de la cual también se podrán visitar otros importantes monumentos como la iglesia Marble.
El jardín Botánico o el castillo de Rosemborg, son otros de los lugares maravillosos que se pueden visitar en Copenhague.Algo que no deben olvidar nunca si deciden tomarse unas vacaciones y visitar Copenhague, es llevarse un abrigo, una chaqueta o algo para combatir el frío, ya que las temperaturas son más bajas que las que se pueden encontrar en otros países europeos, incluso en verano.