Tal vez no sea el zoológico más grande que podríais visitar, aunque sí es el más grande del norte de California, sin embargo es uno de los más bonitos que existen en el mundo. Por supuesto, aquí las verdaderas estrellas y protagonistas son los animales, con más de mil especies exóticas y otras en peligro de extinción, por lo que los hábitats donde viven están perfectamente habilitados y estudiados para que estén como en casa. Aquí veréis a los canguros rojos, lemures, gorilas, koalas, leones africanos, tigres, reptiles, rinocerontes, hipopótamos, elefantes, osos... Ni que decir tiene que todas las especies animales se reúnen aquí. Un consejo: entrar antes de las 11.00 de la mañana, ya que a esa hora es cuando les dan de comer, todo un espectáculo. Si no podéis a esa hora, no preocuparos, a las 14.00 horas, excepto los lunes, les dan de comer a los leones. Mi parte favorita en el zoológico de San Francisco es la dedicada a los insectos. Lo que comenzó siendo una pequeña exposición temporal se ha convertido con el paso de los años en una de las muestras más increíbles del mundo en cuanto a estas especies de animales. Aquí veréis ciempiés, arañas de todo tipo, las cucarachas de Madagascar, hormigas de todas clases, abejas... Además de todas las cosas que podéis ver, hay muchas cosas también que hacer. Los niños pueden montarse en el histórico Tio Vivo Dentzel, que data de 1921, o recorrer el parque en el Little Puffer, un pequeño tren de vapor. Podéis acercaros también a la tienda del zoológico y comprar algún recuerdo de la visita. El Zoológico de San Francisco abre todos los días de 10.00 a 16.00 horas. La entrada para los adultos tiene un precio de 15 dólares. No será muy difícil de encontrarlo, ya que se encuentra en Fisherman's Wharf, uno de los lugares más famosos de la ciudad. Tal vez no sea el zoológico más grande que podríais visitar, aunque sí es el más grande del norte de California, sin embargo es uno de los más bonitos que existen en el mundo. Por supuesto, aquí las verdaderas estrellas y protagonistas son los animales, con más de mil especies exóticas y otras en peligro de extinción, por lo que los hábitats donde viven están perfectamente habilitados y estudiados para que estén como en casa. Aquí veréis a los canguros rojos, lemures, gorilas, koalas, leones africanos, tigres, reptiles, rinocerontes, hipopótamos, elefantes, osos... Ni que decir tiene que todas las especies animales se reúnen aquí. Un consejo: entrar antes de las 11.00 de la mañana, ya que a esa hora es cuando les dan de comer, todo un espectáculo. Si no podéis a esa hora, no preocuparos, a las 14.00 horas, excepto los lunes, les dan de comer a los leones. Mi parte favorita en el zoológico de San Francisco es la dedicada a los insectos. Lo que comenzó siendo una pequeña exposición temporal se ha convertido con el paso de los años en una de las muestras más increíbles del mundo en cuanto a estas especies de animales. Aquí veréis ciempiés, arañas de todo tipo, las cucarachas de Madagascar, hormigas de todas clases, abejas... Además de todas las cosas que podéis ver, hay muchas cosas también que hacer. Los niños pueden montarse en el histórico Tio Vivo Dentzel, que data de 1921, o recorrer el parque en el Little Puffer, un pequeño tren de vapor. Podéis acercaros también a la tienda del zoológico y comprar algún recuerdo de la visita. El Zoológico de San Francisco abre todos los días de 10.00 a 16.00 horas. La entrada para los adultos tiene un precio de 15 dólares. No será muy difícil de encontrarlo, ya que se encuentra en Fisherman's Wharf, uno de los lugares más famosos de la ciudad.
