Viaja en el tren verde de Cerdeña

1 febrero 2010 | Por jose manuel vargas

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Tren Verde en Cerdeña

Uno de los tramos tiene alrededor de nueve kilómetros a lo largo de la costa norte, entre Nulvi y Palau, un pueblo que queda frente a la isla de Capri, cuna del célebre Giuseppe Garibaldi , héroe nacional en Italia. El segundo tramo serpentea recorriendo tres cuartas partes del centro de Cerdeña, entre Bossa, en la costa oeste, y Nuoro. El tercer tramo forma una especie de Y torcida, que conecta Cagliari, la capital de la isla, con el pueblo de montaña de Isili. Antes de llegar a Isili, la vía se divide en dos, ligeramente al noreste de Mandas, al norte de Sorgono, mientras que la otra ramificación va en zigzag al este hasta la ciudad costera de Arbatax. El Tren Verde recorre túneles a través de montañas, puentes sobre ríos y valles, abrazando las colinas. El paisaje está salpicado de de pequeños pueblos que parece que hacen más verde el color del tren. Parques naturales, bosques, grutas, estructuras de piedra antigua, y reservas naturales como la de Giara Cavallini, son sólo algunas de las razones por las que este tren recibió la designación de verde. No lejos de Mandas veréis un lugar arqueológico importante. Se trata de Su Nuraxi di Barumini. Visto desde el aire, el complejo de piedra parece un castillo amurallado con torres y edificios adyacentes. La estructura, conocida como Nuraghe, se remonta a la Edad del Bronce, y su construcción es típica de Cerdeña. Este complejo está catalogado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En 1821, D.H. Lawrence y su mujer montaron la vía del tren de Cagliari a Mandas, y en Sordono. Lawrence escribió sobre sus viajes por mar y por Cerdeña. La mayoría de los pasajeros de aquel entonces eran los agricultores locales y los pastores, que iban a comprar al mercado romano de Pecorino. Viajaban en trenes de vapor y sentados en asientos de madera. Hoy en día estos trenes albergan a los turistas que viajan a Cerdeña. Desde mediados de junio a medianos de septiembre, la locomotora y sus vagones nos trasladan a un paisaje de paz en la Cerdeña. Foto Vía Tati@

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