Santorini; viaje al sur del Egeo

Todo Grecia es especial, pero esta maravilla es una joya situada en el sur del mar Egeo. Pertenece a las islas Cícladas, es muy pequeña unos 90 kilómetros cuadrados, en realidad un pequeño grupo de islas volcánicas con una increíble historia y belleza. La forma de llegar es espectacular, normalmente en barco trasatlántico, son varias islas pequeñas y muy juntas, el barco no puede llegar al puerto, la isla mayor es un círculo y el barco se sitúa en medio del gigantesco cráter. Antiguamente Platón se refería  a esta isla como la posible Atlántida, era un volcán que destruyó y arrasó el centro de la isla. Desde el barco se traslada a los turistas en lanchas que van llegando como un desembarco sumamente divertido. Mientras vemos la pared de lava en donde están situadas miles de casitas blancas sobre todo el borde e interior, con sus techos azules en muchos casos, pintan un verdadero cuadro natural, la luz aquí juega un gran papel. Hay que subir en burro o en teleférico es más cómodo subir en la cabina y disfrutar de las increíbles vistas, pero mucha gente prefiere subir en estos pequeños y simpáticos asnos. Llegar arriba ya supone toda una aventura, algo diferente. Recorrer las calles del pueblo es un placer, son calles muy estrechas, sólo se puede ir caminando, llenas de tiendas, de todo tipo, cerámica, telas, pintura, y sobre todo, el delirio de las damas, joyerías donde se regatea sin parar. Todo es espectacular, un buen consejo es comer en uno de los restaurantes de la parte más alta de la ciudad, los camareros te instan a que entres y veas su mercancía sus vistas, es la forma de conseguir clientes y son cada cual más simpático. Si una cosa les caracteriza es la limpieza. La comida griega es rica, ligera y no son restaurantes caros, se puede encontrar de todo, pero no se puede ir uno sin comer una ensalada típica griega y una Musaka. Además de Thira. La capital, hay más cosas para ver, el volcán activo de Nea Kameni, las aguas termales a las que sólo se llega en barco y después a nado. Y la magia sin par de IA, un lugar idílico donde se puede disfrutar de las más impensables puestas de sol. Santorini enamora y atrapa, es un escándalo de azules y blancos, una experiencia inolvidable para todos los sentidos. Realmente una maravilla que hay que vivir. Imagen: santorini1 Imagen: Santorini2 Imagen: santorini3

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