

Si has estado en Montpellier, habrás comprobado que se trata de una ciudad repleta de gente de todos los estilos, que configuran un conglomerado de etnias y de gente de todas las edades para darle un toque cultural a la ciudad.
Pero también hay lugares de interés turístico, como la Place de la Comédie, el centro neurálgico de Montpellier. Pasear por las calles del centro histórico es un placer. Calles medievales, palacetes particulares y con encanto te darán la bienvenida cuando pasees por sus empedradas calles.


Otro de los grandes encantos de Montpellier es su Facultad de Medicina, una de las más antiguas del mundo y la más antigua en cuanto al mundo occidental se refiere. Junto a ella, la Catedral de San Pedro también es de obligada visita.


Muy cerca se encuentra el Jardín Botánico, otro de los lugares que, si queda tiempo en la visita, hay que ver en Montpellier. Otra zona que se puede visitar es el zoo, con el invernadero amazónico como elemento destacado.
Además, conviene andar por la ciudad para contemplar el Mikvé (baño ritual judío), el Arco del Triunfo, el Jardin du Peyrou, el acueducto o el barrio de Antígona de Ricardo Bofill y las orillas del Lez. Asimismo, el Odysseum, el Planetario Galileo y el acuario Mare Nostrum son otros elementos que pueden incluirse en tu visita a Montpellier.


Por otro lado, el Museo Fabre o los prestigiosos Festivales Internacionales son el complemento cultural perfecto para conocer Montpellier.