Suiza es un país frío, en el centro de Europa, bien comunicado pero «neutro». Recordamos de Suiza sus relojes y sus chocolates. Pero Suiza esconde infinidad de tesoros, entre ellos, los glaciares de los Alpes.
Puedes viajar en tren. Una vez has llegado a Suiza, el Expreso de los Glaciares nos ofrece una experiencia única en un recorrido desde el Piz Bernina hasta Monte Cervino. De St. Moritz a Zermatt. Los vagones tienen techos acristalados panorámicos para poder contemplar durente el trayecto los increíbles paisajes que se recorren: pueblos de montaña, praderas, valles, paredes alpinas… hasta llegar a los imponentes glaciares.
La otra opción es irte a esquiar a cualquier estación de esquí de los Alpes Suizos, según dicen los entendidos son las mejores -en Suiza esquiar es como hacer surf en Hawai-. Una vez allí puedes desplazarte hasta el glaciar: Aletsch, el Gran Glaciar, con 120 km2, al Sur de Suiza, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.