Se trata de un Monumento Natural que fue creado en el año 1954, mediante un decreto del PEN Numero 7252. El objetivo del mismo es el de preservar un yacimiento fósil. Para llegar a la zona deberás transitar cerca de 256 kilómetros al suroeste de Puerto Deseado, primero deberás pasar por la localidad de Fitz Roy y, desde ahí, por la Ruta Nacional 281 y 3 viajando hacia el sur. Luego deberás pasar 70 kilómetros más hasta empalmar a la Ruta Provincial 49 y por el ripio circular unos 50 kilómetros más, así llegaras a la reserva.
Unos kilómetros antes de llegar al Bosque podrás ver a mano izquierda la Estancia La Paloma, perteneciente al Urricelqui. En este lugar, el cual dispone de servicios de fogones y baños, existe la posibilidad de acampar.
Ocupa un espacio de 10 mil hectáreas donde se disfrutan de los árboles petrificados más grandes del mundo. Los troncos alcanzan los 30 metros de largo y 2 metros de diámetro. Este bosque surgió en medio de condiciones climáticas diferentes a las que se ven en la actualidad, cuando no existían las montañas altas de los Andes y los vientos que venían del Océano Pacifico podía generar fuertes lluvias sobre nuestra Patagonia.
Estas condiciones climáticas han generado el surgimiento de una importante vegetación, que elevó las copas de los árboles hasta los 100 metros de altura.
La Reserva tiene el objetivo de preservar el yacimiento paleontológico y difundir la necesidad de su preservación y cuidado para las generaciones futuras y la investigación científica.
Según nos cuentan los científicos e investigadores, los Andes fueron producto de una importante actividad volcánica, lo que generó que desapareciera parte de su flora y su fauna de manera abrupta, sepultando bajo las cenizas a animales y a distintas especies de la vegetación.
El Bosque Petrificado de Jaramillo es uno los ejemplos que podemos ver en Sudamérica de este proceso. Hace cerca de 350 millones de años que aparecieron los primeros vegetales terrestres, que con el paso del tiempo fueron evolucionando hasta tomar las formas actuales.
Ya han pasado 1.400.000 años y los restos fósiles de estos árboles aún se pueden ver en la zona, no siendo movido ni por los vientos ni por las distintas acciones climáticas ni naturales. Es imponente contemplar los ejemplares, poder tocarlos y admirarlos en toda su extensión.
El ingreso al parque es libre y gratuito. Está abierto de 10 a 20 horas. Si bien es cierto que existe un camping, el lugar no cuenta con servicios y no está permitido pasar la noche en el lugar.
Fuente Imagen Flickr.
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